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¿Qué es un blanqueamiento dental?

A todos nos gustaría tener los dientes más blancos, en ocasiones los dientes tienen pigmentaciones debidas a la placa bacteriana, determinadas bebidas, tabaco, alimentos, medicamentos (tetraciclinas) o afectaciones por fluorosis, envejecimiento, etc… Las soluciones para cada caso son diferentes así por ejemplo cuando hay un oscurecimiento en el esmalte de un diente por tener afectada la pulpa (nervio) se puede tratar con endodoncia y una corona.

Si hay tinciones por tabaco, bebidas, placa, con una limpieza se podría a veces solucionar, si el cambio del color del diente es debido a una toma de antibióticos continuada durante la infancia, por fluorosis o por envejecimiento (los dientes se van volviendo más amarillentos) entonces se plantean los procedimientos de blanqueamiento. En este momento los materiales utilizados están perfectamente regularizados por las comisiones sanitarias correspondientes y el profesional explicara los pros y contras de su utilización.

Se suelen utilizar geles específicos cuya eficacia está probada aunque hay en tipos de coloraciones que su eficacia es menor.

Proceso de blanqueamiento dental a una paciente

Técnicas de blanqueamiento dental

En las técnicas de blanqueamiento se pone en contacto con el diente peróxido de hidrógeno o peróxido de carbamida a una determinada concentración que libera oxígeno y cambia el color del diente aclarándolo.

La concentración del agente blanqueador es diferente para su utilización o aplicación en clínica (más intenso) que en el domicilio (menos intenso, supervisado por un profesional).

Hay tres tipos de blanqueamiento:

  • Profesional o en clínica: más intenso, rápido, puede haber sensibilidad, no requiere cooperación del paciente.
  • Domiciliario: menos intenso, el paciente, con un aparato de plástico o férula, (prescrito y supervisado por el profesional), lo realiza en casa requiere su cooperación y supervisión por parte del odontólogo.
  • Combinado: primero se realiza en clínica y posteriormente se complementa en casa supervisándolo el profesional.

Lo más importante es individualizar cada caso y tratarlo con sus características, distintas en cada uno.