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Cuando se realiza deporte sometemos a un esfuerzo a nuestro organismo, más aun si un deportista es profesional o de élite, donde el esfuerzo es superior al habitual. Por eso, el organismo debe estar a un nivel óptimo para practicar deporte de élite o alto nivel. La boca como una parte más de nuestro organismo, debe gozar de buena salud para permitir al organismo soportar esos esfuerzos físicos que va a necesitar el deportista.

Los problemas de origen bucodental pueden causar importantes problemas a nivel deportivo. Un dolor de muelas como consecuencia de una caries, un absceso periodontal (infección localizada purulenta de los tejidos que sostienen a los dientes), una fractura o el desgaste de molares por bruxismo (hábito involuntario de apretar o rechinar las estructuras dentales sin propósitos funcionales) puede disminuir la calidad de un entrenamiento, de una competición o incluso dejar al atleta fuera de una competición para la que se ha estado preparando durante tiempo.

No concebimos que un deportista practique ningún deporte si sufre algún problema de salud. Entonces, ¿por qué se considera normal que los deportistas, incluso los de élite, tengan problemas bucodentales?

Resulta paradójico comprobar como en la mayor parte de los deportes de élite, donde se ha instalado un alto grado de profesionalización y la exhaustiva planificación de cada mínimo detalle que pueda interferir en el rendimiento, se sigue menospreciando y olvidando, en muchos casos, el cuidado de la salud bucodental del deportista. La situación aún resulta más llamativa si se tiene en cuenta que un porcentaje del éxito deportivo puede depender de la adecuada prevención y atención de problemas en la cavidad oral.

El deporte supone una mayor exigencia para el organismo, por lo que éste debe estar en perfectas condiciones para rendir al máximo

Bruxismo y caries, los mayores peligros

El bruxismo es un problema frecuente en los deportistas debido a la tensión que sufren los deportistas, el hábito de apretar o rechinar los dientes conlleva problemas de desgaste en los dientes, lo cual genera hipersensibilidad dental, fisuras y fracturas dentales, esto acarrea pérdida de piezas dentarias y dolor, he incluso puede alterar la forma de masticar.

La sobrecarga que sufren los deportistas, produce contracturas musculares, dolor de cuello y cabeza, todo ello asociado al bruxismo. Estas complicaciones son más significativas en algunos deportes como el golf, donde los movimientos de cabeza, hombros y cuello son limitados debido a las contracturas en la mandíbula, se debe conseguir una relajación mandibular para un mayor aporte de oxígeno, así como disminuir la liberación de hormonas relacionadas con el estrés, consiguiendo aumentar la resistencia del deportista.

Los deportistas tienen un alto índice de problemas de caries, bruxismo, problemas de encías

Estos problemas pueden deberse a la dieta que siguen, puesto que son dietas con abundantes hidratos de carbono, bebidas isotónicas, gaseosas y batidos, todas ellas azucaradas. El estrés tambien influye en la reducción del flujo salival, siendo optima la creación de caries en estos casos.

Las revisiones orales periódicas podrían servir para detectar de manera precoz trastornos alimenticios, que acabarán afectando tanto al rendimiento del deportista como a su salud oral y a su salud general.

También la enfermedad periodontal resulta especialmente frecuente entre los deportistas.

El sangrado de encías es una alerta para acudir al dentista en la población general y, como no, en los deportistas. Además, la presencia de gérmenes orales y de focos inflamatorios alrededor del diente, puede facilitar el paso de las bacterias orales al resto del organismo.

Cuando se hace deporte, la sangre se mueve hacia los tejidos periféricos. Si existe una mala higiene bucal aumenta el número de bacterias en la placa bacteriana, durante la realización del deporte la encía sangrará en las zonas de contaminación e inflamación.

Los efectos negativos de estos trastornos bucales afectarán al deportista a corto plazo y durante su carrera deportiva (por ejemplo, la periodontitis se relaciona con contracturas musculares, fatiga muscular y recuperación más tardía de las lesiones musculares). Pero también el impacto negativo se prolonga en el tiempo, acarreando problemas más difícilmente tratables y mucha más demanda de tratamientos más complejos y costosos. Es, por lo tanto, crucial el deportista reciba cuidados bucodentales especiales.

Mejorar el rendimiento deportivo está en… tu boca

Ciertos deportistas tienen un mayor riesgo de sufrir traumatismos bucodentales, con altos niveles de caries, enfermedad periodontal, erosión dental, y problemas oclusales.

En contra de lo que se cree que los deportistas gozan de una buena salud, los atletas estudiados tienen mala salud oral y esta mala salud tiene efectos negativos en su entrenamiento y rendimiento.

Este peor rendimiento deportivo se deriva, fundamentalmente, de la presencia de dolor, peor calidad de vida, menor bienestar y la existencia de inflamación sistémica.

Recomendaciones

Generalmente, las enfermedades bucodentales son fáciles de prevenir con buenos hábitos de higiene bucodental y relativamente sencillas de detectar y tratar antes de que lleguen a dar problemas.

Las enfermedades bucodentales son prevenibles  con la ayuda de intervenciones de bajo coste económico e impacto. Pero algunas de las intervenciones requieren cambios de hábitos y cumplimiento a largo plazo, y para conseguirlo debe de incluirse dentro de aspectos más generales de cuidado y hábitos. Estas intervenciones pueden mejorar el bienestar y la salud, así como el rendimiento deportivo.

La realización de revisiones periódicas y una buena educación en higiene oral es básica para los deportistas. Muchos equipos deportivos han empezado a incorporar como parte de su plantilla a un odontólogo. Debe hacerse una evaluación periódica de la salud bucodental, especialmente antes de iniciar las temporadas, para evaluar los efectos preventivos y tratar las patologías que aparezcan.