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En esta época es más habitual aumenta la ingesta de alcohol: fiesta, cervecitas… Por eso queremos explicarte la importancia de una buena higiene bucodental cuando tomes alcohol.

Independientemente de la forma que adopte (vino, cerveza, sidra, etc.), siempre resulta de la fermentación de azúcares presentes en frutas, verduras o cereales.

Durante este proceso, las bacterias y las levaduras digieren estos azúcares en su totalidad o en parte. Luego producen » residuos» en forma de alcohol y ácidos. Así, todas las bebidas alcohólicas contienen compuestos ácidos, azucarados y alcohólicos que interactúan con el entorno de la cavidad bucal y las bacterias que allí habitan.

El impacto de los ácidos contenidos en las bebidas alcohólicas se combina con el de los ácidos producidos por las bacterias. Esto aumenta el fenómeno de la erosión del esmalte y el riesgo de enfermedades y dolencias;

Cuando los químicos del alcohol entran en contacto con la boca, las moléculas de alcohol se descomponen y se convierten en una sustancia que irrita los tejidos blandos.

Las consecuencias concretas del consumo de alcohol en la salud bucodental

  • Un adelgazamiento del esmalte que puede provocar hipersensibilidad de la dentina o coloración amarillenta de los dientes.
  • Acumulaciones de placa, un depósito compuesto por bacterias, saliva y residuos de alimentos y sarro, una versión endurecida y sedimentada de este último.
  • Una mayor vulnerabilidad a la caries dada la erosión del esmalte y por tanto la reducción de sus capacidades protectoras, y la posible proliferación bacteriana; extendiéndose así el sarro.

Aunque en verano salimos más, tengamos cuidado con el alcohol.

Nuestros dientes lo agradecerán!