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Millones de niños y niñas hoy no irán al parque al salir del colegio. No se quejarán por no poder jugar y tener que bañarse antes de cenar. No irán a la fiesta de cumpleaños de sus compañeros de clase. Tampoco pedirán un premio si sacan buenas notas. Ni siquiera pensarán en su futuro porque, sencillamente, solo disponen de un aquí y ahora cruel y aterrador. Y no, ellos no lo han elegido.

Millones de niños y niñas viven entre escombros, muerte y destrucción. Víctimas de una guerra que no han comenzado. Testigos de la miseria humana, deseosos de un final pacífico que parece nunca llegar. Y aquí, a miles de kilómetros de distancia, la inocencia y la felicidad que nos proporciona la ignorancia nos estalla en mil pedazos cuando nos topamos con una de esas miradas, perdidas, en busca de esperanza. Y es que hay algo que todos deberíamos tener claro: nacer es una cuestión de suerte; ayudar, en cambio, es un acto de generosidad, y gracias al proyecto “Vacaciones en Paz”, tú puedes hacerlo.

¿De dónde viene esta gran iniciativa y en qué consiste?

En el verano de 1979, gracias a la colaboración entre en Frente Polisario y el PCE, llegan a España los primeros 100 niños y niñas saharauis, que se reparten entre tres comunidades: Valencia, Madrid y Cataluña. Esta iniciativa surge con el objetivo de apartarlos de las duras condiciones de la guerra y de las propias del desierto argelino, donde se alcanzan en verano los 50 grados a la sombra.

La experiencia fue tan fructífera que, a mediados de los años 80, se puso en funcionamiento el programa “Vacaciones en Paz”. Actualmente se sigue realizando cada año, sacando a relucir la cara más amable y solidaria del ser humano. Su objetivo es transmitir a la ciudadanía y a los poderes públicos la urgencia de resolver de forma justa y definitiva la situación que atraviesa el Sáhara Occidental, sensibilizar y lograr -por qué no- cambiar el mundo.

Por tanto, una vez más, se buscan familias de acogida en Albacete que quieran colaborar. Tal y como ha comentado la concejala de Acción Social, María Gil, “no es necesario cosas materiales ni dinero, sólo se necesita compartir tiempo”. La coordinadora del programa, Llanos Esteban, dice que lo más importante que los niños saharauis puedan disfrutar de unas vacaciones con las familias Albacetenses y así acceder a una alimentación adecuada, revisiones médicas y llegar a conocer un poco más nuestra cultura.

Por nuestra parte, desde el Centro Avanzado de Odontología Belmonte este año repetimos experiencia en la clínica y atenderemos gratuitamente a los niños saharauis que deseen venir. No hay nada como ver sus sonrisas, y haremos lo que podamos para ayudarles a lucirlas de oreja a oreja.

Y es que, como bien decía William Shakespeare: “Hemos venido a este mundo como hermanos; caminemos, pues, dándonos la mano y uno delante de otro”. Que nunca se nos olvide ?.